Tv: Sherlock Temporada 1

La nueva revisión televisiva del archifamoso personaje de Arthur Conan Doyle se salda con buena nota. Tan solo tres episodios de larga duración, pero excelentes todos ellos configuran este primer segmento.

SHERLOCK Temporada 1 de Mark Gatiss y Steven Moffat: ***1/2

La puesta al día de historias y personajes con halo legendario y una cohorte de seguidores, fanáticos, admiradores o puristas (de todo hay en la viña del señor), suelen ponerse en el punto de mira de todos y cada uno de los conocedores de dichos materiales. Independientemente de quien quiera demostrar más pasión por la obra según sus reacciones ante las nuevas versiones de la misma mostrando airadas respuestas de aceptación o reprobación sobre dicha revisión, lo cierto es que la riqueza y poder de la obra en cuestión se manifiesta en la propia perdurabilidad del producto y su resistencia a múltiples (mejores o peores, eso da igual para sopesar esta cuestión) adaptaciones, a soportar de mil y una formas puntos de vista conservadores, rompedores, sencillamente inanes o meras renovaciones estéticas.

Reformular un mito es algo siempre tentador, pero peligrosamente ambiguo. El conocedor del mito no permitirá que se pasen por alto sus conocimientos sobre el mismo (amén de su pasión, que ocasionalmente puede devenir en enfermiza y encontrarnos ante iracundos retrógrados adictos a la negación por sistema), su interpretación del mensaje, su fondo primigenio (lo de la forma evidentemente es mucho más discutible y en general no solo aceptable, sino también necesario y saludable) que es en definitivas cuentas lo que ha convertido un relato y un personaje en icono popular. Es por lo tanto complicado y ambicioso como mínimo acercarse de nuevo a Sherlock Holmes (sin duda una de las creaciones literarias más adaptadas en el ámbito audiovisual), y mucho más salir airoso del proyecto. La serie de Gatiss y Moffat lo consigue. Así que de entrada una salva de aplausos.

Los míticos Watson (ahora veterano de Afghanistan que escribirá en un blog las correrías con su nuevo compañero de piso) y Holmes (detective consultor que cura su adicción al tabaco con parches de nicotina) rejuvenecen en un Londres contemporáneo, en el que encontramos también a la señora Hudson, a Lestrade, a Mycroft (el propio Gatiss ) y por supuesto a un diabólico Moriarty. Y lo más interesante de la nueva premisa es que en este mundo actual la pareja protagonista no parece poseer homólogos literarios famosos, entregando al devenir de la trama una libertad y frescura a prueba de bombas, al igual que las referencias a la saga salpicarán con respeto y humor ("A study in pink" será el título del primer episodio) diversos tramos y detalles de los episodios.

Un casting acertado en el que la juventud de nombres legendarios (uno se espera a un Moriarty físicamente más imponente...) puede jugar algo en contra de unas expectativas erróneas, que enseguida se desvanecen (...hasta que su caracterización desequilibrante y amenazadora lo convierten en un rival de vértigo) gracias a un trabajo actoral estupendo. Dirección notable con detalles de montaje modernos, pero siempre solvente y sobria. Montaje estupendo, donde la extensa duración de sus episodios (como compensación al escaso número de capítulos) resulta ágil y narrativamente muy eficaz. Música de David Arnold y Michael Price en la línea del Holmes Zimmeriano, pero aportando un aroma inglés muy a tono con la nueva cara del personaje, acercándolo en parte al DOCTOR WHO de Murray Gold. Todos los aspectos de la producción se notan cuidados, sólidamente construidos y coherentemente presentados en un esfuerzo de producción que dignifica el material de partida y justifica con creces el visionado.

Una brevísima primera temporada que deja con enormes ganas de más. No hay nada como volver a las fuentes clásicas del entretenimiento para con un toque de buen gusto y algo de originalidad ofrecer un producto de calidad que es a la vez nuevo y clásico. Muy recomendable.