viernes, 28 de enero de 2011

Cómic: Gemma Bovery, Tamara Drewe y Posy Simmonds

Hoy reseña/crítica/comentario de GEMMA BOVERY y TAMARA DREWE. Posy Simmonds goza de una reputación intachable en nuestras tierras gracias tan solo a dos obras, que además adolecen de un marcado localismo inglés. He de decir sobre cualquier otra consideración que la calidad de las mismas es, de hecho, extraordinaria.

GEMMA BOVERY: ****
Este trabajo toma como base narrativa "Madame Bovary" de Gustave Flaubert, y la emplea como hilo argumental básico a lo largo de todo el cómic, para ir poco a poco desviándose del mismo, aportando subtramas y enriqueciendo a sus propios personajes en función de la idiosincrasia de franceses e ingleses con auténtica pericia y bañando su crítica en ocasional mala leche. Tanto es así que pese a que las citas referenciales son evidentes, el apesadumbrado caracter de los personajes originales se ve compensado por la irónica mordacidad que Simmonds aplica a los suyos, capaz de insuflar tintes cómicos incluso en los recovecos más inesperados. Además de su precisión descriptiva y evidente conocimiento del comportamiento humano por parte de la autora, la obra es en sí misma un catálogo de posibilidades narrativas y expresivas, con un sencillo pero seductor dibujo naturalista, que en esta ocasión luce maravilloso y - adecuadamente - costumbrista en exquisito blanco y negro, capaz de intercalarse con enorme fluidez con extensos y cuidadísimos textos de gran riqueza y contenido literario o introducir fragmentos de cartas escritas a mano, flashbacks mentales y sugerir elipsis de modo magistral. Una pulcra edición en tapa dura con sobrecubierta de SinsEntido completa la maravillosa experiencia.

TAMARA DREWE: ***3/4
Para su siguiente creación, Simmonds aprovecha de nuevo una obra clásica como punto de partida, en este caso "Lejos del mundanal ruido" de Thomas Hardy y otra vez consigue zafarse de ataduras y limitaciones aun empleando una referencia directa (la columna que Tamara escribe se llama "Lejos de todo") para explotar la temática que subyace en la narración primigenia, que al igual que en GEMMA versa sobre el desencanto y la incapacidad de su personaje central por asumir y disfrutar de la placidez que le viene dada. De este modo, la inglesa aprovecha el caracter más variado de una mayor cantidad de personajes para crear una novela con diversas voces en off que no se centra exclusivamente en su protagonista femenina, aunque sobre ella orbiten y acaben chocando las existencias del resto de caracteres. Destaca más todavía el escenario como elemento fundamental de la trama, esa plácida campiña que de modo inteligente Simmonds colorea para la ocasión ampliando la capacidad bucólica de su trazo. Y al igual que en GEMMA el último tercio de la historia de tintes - sorprendentemente, no como el inevitable final de la trama anterior - dramáticos, queda suavizado por el caracter accidental en el devenir de los hechos, quitando algo de hierro a una historia que pese a todo se cierra algo más blandita de lo que cabría esperar. Apreciación que se incrementa con la falta de sorpresa en su forma y fondo tras la lectura anterior. Con todo una pequeña joya a no perderse, editada de nuevo con exquisitez por SinsEntido.

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