martes, 12 de octubre de 2010

Cómic: Diego Agrimbau

Hoy reseña/comentario/crítica de EL MUERTERO ZABALETTA y PLANETA EXTRA de Diego Agrimbau. El cómic argentino sigue contando con autores extraordinarios, y si bien las comparaciones con los maestros (Breccia, Oesterheld, Muñoz, Trillo, Sampayo) siempre son odiosas, no es menos cierto que existen nombres en la actualidad a contar entre los más interesantes del panorama comiquero contemporáneo. 

Las dos magníficas obras de Diego Agrimbau que ahora me ocupan dan pruebas de que este guionista es uno de los nombres argentinos más llamativos y sólidos.

EL MUERTERO ZABALETTA: ***1/2
Argentina, futuro cercano. La inexistencia de Dios se ha probado científicamente. Los religiosos y creyentes son perseguidos por peligrosidad para con el estado. El control policial y el fascismo ideológico imperan. Zabaletta (ex criminal reclutado por el gobierno) ejecuta sin juicio ni jurado a devotos, delincuentes y traidores varios a la patria. No digan que no es un punto de partida original e interesante a partes iguales. Agrimbau plantea un mundo plausible, rememorando la dictadura con mordacidad e incisivos apuntes locales que no dejan lugar a dudas sobre su enorme capacidad como narrador. Dante Ginevra dibuja - de modo brillante - entre ambiente noir detectivesco y barroquismo religioso, aportando un efectivo escenario modernista de fondo, al tiempo que perfila con solidez a sus personajes. La suma de dos talentos que da por resultado un acierto pleno y un inteligente entretenimiento de primer orden. Un único pero; se hace demasiado corto.

PLANETA EXTRA: ***1/4
En esta obra ganadora del Primer Concurso de Cómics de Planeta DeAgostini, Agrimbau de nuevo en tono futurista y social, plantea un mundo desolado, donde solo la familia y el amor pueden salvar al hombre de a pié del cataclismo sobre el que ya se encuentra la tierra. Secundado por un soberbio dibujo de Gabriel Ippóliti, se desarrollan personajes entrañables que han de decidir si seguir viviendo en un planeta apestoso, paupérrimo y contaminado sobre todo por la desidia del ser humano que se lanza al espacio dejando atrás un vertedero de despojos (inevitable recordar a WALL-E) en el que es casi imposible ganarse la vida. Trafico de mascotas, rocambolescas situaciones familiares y un ácido comentario social al estilo del Miguelanxo Prado de STRATOS, con la que guarda no pocos puntos de conexión también en su dibujo, de un Ippóliti que sigue rayando a gran altura tras sus magníficas aportaciones a la saga ULTIMO SUR. Otra muestra del enorme talento de Diego Agrimbau, capaz de entretener, divertir y hacer reflexionar al mismo tiempo. No es poco.

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