Hoy toca comentario de la primera temporada de THE YOUNG POPE, serie de Paolo Sorrentino producida por HBO. Presenta el ascenso al poder católico de un primer Papa americano ficticio con ideas y maneras muy particulares sobre la religión, la fe o Dios. De lo más recomendable.
THE YOUNG POPE TEMPORADA 1 de Paolo Sorrentino: ****
Hacía tiempo que HBO no me sorprendía con sus productos televisivos. Calidad siempre vamos a encontrar en la cadena (THE NIGHT OF), y aun queda JUEGO DE TRONOS para un par de años. Pero el arrojo y atrevimiento de lo políticamente incorrecto, de abordar temas espinosos y más cercanos de lo que nos gustaría, de ver desde dentro otras vidas, otros mundos en paralelo, parecía haber desaparecido un tanto de las prioridades de la cadena al decantarse por espectáculos más bombásticos como WESTWORLD. Aquí la apuesta por Paolo Sorrentino como responsable máximo de THE YOUNG POPE se torna en un éxito absoluto. El realizador italiano es uno de los máximos exponentes del cine contemporáneo en la reflexión humanista y la decadencia de la cultura occidental. Su trabajos previos en IL DIVO, LA GRAN BELLEZA (especialmente) o JUVENTUD, le han hecho digno de ser un nombre a seguir en el Séptimo Arte contemporáneo, a la altura de Christopher Nolan, Denis Villeneuve o Paul Thomas Anderson. Al menos para el que suscribe.
Y su primera temporada para THE YOUNG POPE ofrece una muestra más de esa marcada personalidad audiovisual tan atractiva y convincente, repleta de detalles visuales y metafóricos maravillosos, pero sin llegar a lo pedante o lo reiterativo (¿alguien más ha pensado en Terrence Malick?). Una nueva muestra más de escritura de guión profunda y lacerante, con personajes creíbles repletos de dobleces y fallas, pero también de humanidad, de anhelos y esperanzas, de bajezas morales infinitas, ambiciones, traiciones y dolor, pero también de amor, piedad y arrepentimiento. Y todo ello siendo protagonistas curas, arzobispos, monjas y sobre todo el Papa. Para llevar esto a buen puerto son indispensables una serie de actores de auténtica convicción, y el reparto no puede sino llevarse al completo la salva de aplausos, empezando por un gran Jude Law, secundado por los siempre impecables James Cromwell y Diane Keaton. Pero son dos los secundarios que hacen sombra al protagonista, robándole las escenas cada vez que aparecen con sus propios dilemas y subtramas (a cada cual más interesante); Javier Cámara (espléndido) y Silvio Orlando (memorable).
Más allá de nuestro posible interés por el catolicismo, merece la pena visionar THE YOUNG POPE por la lúcida reflexión que expone sobre una serie de temas vitales de alcance universal, por introducirnos en las bambalinas de uno de los estados europeos más peculiares de la historia y por el análisis que en ella se hace del hecho de la creencia religiosa. Que no tenemos que compartir para poder cavilar sobre ella con un material de partida tan jugoso como el que propone Sorrentino. Hay segunda temporada en marcha y se ha confirmado un cambio de paradigma en la misma. Habemus gran serie. No se la pierdan.