A la espera de los grandes eventos palomiteros del año en forma de Enterprises cayendo del cielo y hombres de acero ascendiendo a los cielos, me quedo con los siguientes títulos visionados, todos más o menos en la misma línea evasiva, excepto uno.
PELÍCULAS DESTACADAS VISTAS EN MAYO 2013 (II)
Aventuras/Thriller
EL CAPITAL: ***3/4
El cine de Costa-Gavras, valiente y comprometido, se mueve siempre al son de los tiempos, convirtiéndose instantáneamente en radiografía del drama que retrata de modo descarnado y cortante. Disfrazado de thriller de espionaje (bancario), pone el educado rostro de un ambicioso economista como cima visible de la avaricia sin límites de un sistema financiero que se asemeja a un juego de tronos sin apenas repercusiones reales para con sus participantes. Una gran película que ofrece una entretenida perspectiva sobre la debacle económica que nos asola.
LA FUGA DE LOGAN: **1/4
Terriblemente envejecida pese a su estimulante y atractivo punto de partida, obra de Michael Chrichton, esta película ofrece un acartonado ejemplo del cine de ciencia ficción de los setenta. Su sorprendente -para la época hay que reconocerle el mérito- diseño de producción y efectos especiales copan el atractivo de un arranque prometedor y mordaz (la ligereza de los asesinatos, las relaciones sexuales desprejuiciadas) que pronto se diluye en una forzada y aburrida sucesión de escenas sin auténtico hilo conductor. Jenny Agutter y Jerry Goldsmith espectaculares, cada uno en lo suyo.
El cine de Costa-Gavras, valiente y comprometido, se mueve siempre al son de los tiempos, convirtiéndose instantáneamente en radiografía del drama que retrata de modo descarnado y cortante. Disfrazado de thriller de espionaje (bancario), pone el educado rostro de un ambicioso economista como cima visible de la avaricia sin límites de un sistema financiero que se asemeja a un juego de tronos sin apenas repercusiones reales para con sus participantes. Una gran película que ofrece una entretenida perspectiva sobre la debacle económica que nos asola.
LA FUGA DE LOGAN: **1/4
Terriblemente envejecida pese a su estimulante y atractivo punto de partida, obra de Michael Chrichton, esta película ofrece un acartonado ejemplo del cine de ciencia ficción de los setenta. Su sorprendente -para la época hay que reconocerle el mérito- diseño de producción y efectos especiales copan el atractivo de un arranque prometedor y mordaz (la ligereza de los asesinatos, las relaciones sexuales desprejuiciadas) que pronto se diluye en una forzada y aburrida sucesión de escenas sin auténtico hilo conductor. Jenny Agutter y Jerry Goldsmith espectaculares, cada uno en lo suyo.
SOSPECHOSOS HABITUALES: ***1/2
El arrollador debut del que parecía iba a convertirse en nuevo enfant terrible de Hollywood, Brian Singer, se apoya tanto en un preciso e inteligente guión de Christopher McQuarrie como en una puesta en escena brillante, sobriamente rodada y ayudada por una música y montaje estupendos, obra ambos de John Ottman. Al absorbente ritmo y la milimétrica planificación, suma enteros un elenco actoral inmejorable coronado por la poliédrica, soberbia caracterización de Kevin Spacey. Tanto este último como el guión fueron merecidos Oscar de su año.
TIBURÓN: *****
La que posiblemente sea la película que más veces he visto en mi vida sorprende y emociona en cada nuevo visionado. La amenaza de un terrible escualo sobre una isla costera a mediados de los setenta sirve como trampolín a Steven Spielberg para alcanzar la perfección fílmica casi por acumulación de casualidades e inconvenientes. Se unen mágicamente un trío protagonista de ases, un libreto soberbio al que cada nueva mano por la que pasaba pulía lo inncesario para su adaptación, un director en estado de gracia, un montaje que creó escuela y una banda sonora de John Williams absolutamente genial. Obra maestra.
El arrollador debut del que parecía iba a convertirse en nuevo enfant terrible de Hollywood, Brian Singer, se apoya tanto en un preciso e inteligente guión de Christopher McQuarrie como en una puesta en escena brillante, sobriamente rodada y ayudada por una música y montaje estupendos, obra ambos de John Ottman. Al absorbente ritmo y la milimétrica planificación, suma enteros un elenco actoral inmejorable coronado por la poliédrica, soberbia caracterización de Kevin Spacey. Tanto este último como el guión fueron merecidos Oscar de su año.
TIBURÓN: *****
La que posiblemente sea la película que más veces he visto en mi vida sorprende y emociona en cada nuevo visionado. La amenaza de un terrible escualo sobre una isla costera a mediados de los setenta sirve como trampolín a Steven Spielberg para alcanzar la perfección fílmica casi por acumulación de casualidades e inconvenientes. Se unen mágicamente un trío protagonista de ases, un libreto soberbio al que cada nueva mano por la que pasaba pulía lo inncesario para su adaptación, un director en estado de gracia, un montaje que creó escuela y una banda sonora de John Williams absolutamente genial. Obra maestra.