PELÍCULAS DESTACADAS VISTAS EN NOVIEMBRE 2012 (II)
Animación/Comedia/Drama/Acción
NAUSICAA: ***3/4
La primera gran cinta de Hayao Miyazaki responde a varias de las constantes de su temario habitual conjugadas con toda la fuerza y desparpajo de las obras iniciáticas; joven protagonista femenina, elementos fantásticos mezclados con sci-fi, denuncia ecológica, crítica feroz al belicismo y mensaje naturalista. Una película que sigue cautivando y asombrando en su despliegue de imaginación y aventura.
LAS BRUJAS DE EASTWICK: ***1/2
El talento todo terreno de George Miller le sirve para rodar con gracia y elegancia esta comedia de tintes demoníacos con un sobreactuado pero genial Jack Nicholson a la cabeza. La estupenda fotografía de Vilmos Zigsmond y la magistral banda sonora de John Williams aderezan el divertimento hasta el delirio. El trío femenino protagonista (Cher, Pfeiffer, Sarandon) pocas veces lució más hermoso.
HAMLET: ***1/4
De la multitud de versiones que el clásico de Shakespeare ha visto, la de Kennet Branagh presume de ser la única en incluir el texto íntegro. ¡Vive Dios que se recita en ella hasta la última coma! La experiencia literaria y teatral es apabullante, tanto que el exceso de genio sobre el papel llega a perjudicar a su abultado engranaje cinematográfico pese a un elenco actoral sublime y entregado que da total credibilidad al libreto.
CONAN EL BÁRBARO: *
La fiebre del remake, el reboot y las secuelas indiscriminadas traen consigo películas tan exiguas e inútiles como este nuevo Conan de diseño. El esfuerzo por no parecer ridícula no compensa el exceso de tópicos de una cinta deslabazada y torpe que avanza sin frenos hacia ningún lugar concreto pero con mucha prisa por llegar y que no se note que no hay nadie al volante, ni siquiera el testimonial Marcus Nispel.
G.I.JOE: 0
Demencial despropósito digital por el que pululuan algunos actores convertidos en dibujos animados. Un dislate de proporciones cósmicas en el que la mano elefantiásica de Stephen Sommers anula cualquier coherencia o dignidad cinematográfica. Un horror interminable e insufrible que se eterniza en su sucesión catastrófica de escenas de acción sin pies ni cabeza. Huyan sin mirar atrás.
NAUSICAA: ***3/4
La primera gran cinta de Hayao Miyazaki responde a varias de las constantes de su temario habitual conjugadas con toda la fuerza y desparpajo de las obras iniciáticas; joven protagonista femenina, elementos fantásticos mezclados con sci-fi, denuncia ecológica, crítica feroz al belicismo y mensaje naturalista. Una película que sigue cautivando y asombrando en su despliegue de imaginación y aventura.
LAS BRUJAS DE EASTWICK: ***1/2
El talento todo terreno de George Miller le sirve para rodar con gracia y elegancia esta comedia de tintes demoníacos con un sobreactuado pero genial Jack Nicholson a la cabeza. La estupenda fotografía de Vilmos Zigsmond y la magistral banda sonora de John Williams aderezan el divertimento hasta el delirio. El trío femenino protagonista (Cher, Pfeiffer, Sarandon) pocas veces lució más hermoso.
HAMLET: ***1/4
De la multitud de versiones que el clásico de Shakespeare ha visto, la de Kennet Branagh presume de ser la única en incluir el texto íntegro. ¡Vive Dios que se recita en ella hasta la última coma! La experiencia literaria y teatral es apabullante, tanto que el exceso de genio sobre el papel llega a perjudicar a su abultado engranaje cinematográfico pese a un elenco actoral sublime y entregado que da total credibilidad al libreto.
CONAN EL BÁRBARO: *
La fiebre del remake, el reboot y las secuelas indiscriminadas traen consigo películas tan exiguas e inútiles como este nuevo Conan de diseño. El esfuerzo por no parecer ridícula no compensa el exceso de tópicos de una cinta deslabazada y torpe que avanza sin frenos hacia ningún lugar concreto pero con mucha prisa por llegar y que no se note que no hay nadie al volante, ni siquiera el testimonial Marcus Nispel.
G.I.JOE: 0
Demencial despropósito digital por el que pululuan algunos actores convertidos en dibujos animados. Un dislate de proporciones cósmicas en el que la mano elefantiásica de Stephen Sommers anula cualquier coherencia o dignidad cinematográfica. Un horror interminable e insufrible que se eterniza en su sucesión catastrófica de escenas de acción sin pies ni cabeza. Huyan sin mirar atrás.